Agotamos la lista y no tratamos de aumentarla. Nos dejamos afectar por el último resultado que hemos tenido, estabilicemos las emociones. La discontinuidad. Buscamos personas de bajo perfil, tenemos que mirar de nuestro ombligo para arriba. Un contacto debe ser corto y concreto para crear expectativa, usemos las herramientas profesionales para hacer un buen contacto. Los “No” debemos tener claridad mental y asimilarlos como parte del proceso, por ello hay que ponerse metas agresivas en las invitaciones, para no quedarnos cortos.
No asisten o se auspician por… Falta de postura en la invitación.
Por alargar el plan, la otra persona se va a pensar que tiene que disponer de
mucho tiempo para el hacer lo mismo. No estamos disfrutando, sino padeciendo
cuando damos el plan, con tensión no logramos conexión.
En el cierre… por no
cerrar correctamente, no hacemos la pregunta final por miedo al rechazo.
Por no tener un kit a mano y dejar que
el contacto se enfríe y que sea influenciado por el negativismo de las personas
que lo rodean. Por intentar ejercer presión y convencer, si hay que presionar
un poco pero con profesionalismo, indagar con preguntas para saber si están sacando
una excusa por pena de decir que NO, o bien porque hay una buena razón y ver
luego como podemos renegociar y manejar objeciones. Por o dar un plan de inicio
después del cierre. Una buena práctica es hacer precierres durante el plan, con
preguntas e interactuando con los invitados e ir mirando y midiendo su aprobación.
En el volumen… No somos 100% fieles a los productos. No
promovemos lo suficiente. No hacemos demostraciones de producto, tenernos que
conocer todos los productos. No generamos volumen porque no asistimos a los
entrenamientos. No reinvertimos en nuestro negocio y nos gastamos las
utilidades en otras cosas. Generamos clientes de una sola compra, no
fidelizamos, ni le comentamos sobre otros productos.
Porque nos quedamos en Platino… Nos alejamos del equipo de
apoyo, porque sentimos que podemos caminar solos, nos creemos directores, y la
realidad es que tenemos que seguir batallando desde la trinchera. El esmeralda
es ser platino tres veces, con el mismo rigor de trabajo y con las mismas
herramientas.
Errores… Alejarme del equipo de apoyo, porque sentimos frustración
y pena, y es cuando más necesitamos apoyo. Hacer crossline, comparando las
estrategias de otros grupos. Dejar suelto al nuevo empresario porque lo
sobreestimamos y no establecemos relaciones afectivas más estrechas. No estar
en la disposición de cambiar hábitos, que no nos van a dejar actuar
fluidamente. Perder el ritmo, porque perdemos la progresión. Falta de edificación
con el equipo de apoyo.
RECOMENDACIÓN FINAL:
No perdamos nunca la esperanza, no perdamos el enfoque, disfrutemos de
todo el proceso, volvamos siempre a los básicos.
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